Anda en busca de emociones fuertes, simplemente anda enfiestado y quiere seguir la parranda. Los cadeneros y los encargados de la seguridad del lugar, les dicen que “sí”, que un “momentito”, que el capitán les va a conseguir una buena mesa, que ya “merito”.
Los visitantes se desesperan y tratan de irrumpir en el lugar, pero son rechazados. Se hacen de palabras, en el altercado alguien vocifera: “no saben con quién se están metiendo”. El señor –dice uno de sus guaruras– es el gobernador de Quintana Roo. ¡zas! Pues aquí se “respeta” seas quien seas y nadie puede entrar armado. Así que por favor, se me largan de aquí. Finalmente entran ala fuerza y hablan el dinero y las influencias
El gobernador Borge, con sus 32 años de edad, sigue los mismos pasos de su famoso tío conocido como el “el rey de la mezclilla”. Un gobernador déspota y prepotente que manipula a los medios locales, no todos, pero algunos que sólo sirven para delinquir